El jueves pasado, estaba trabajando con dos estudiantes practicando expresiones en español. Uno de los ejercicios tenía como respuesta la expresión no hay remedio. Pues, mi estudiante salió con la expresión no hay tutía.
Esta es una expresión antigua, una adaptación al español de un vocablo árabe usado en la edad media. Al fundir latón, una capa de óxido de cinc (atuttíyya) se formaba como residuo en las chimeneas. Este compuesto era el componente principal en ungüentos usados para curar una serie de enfermedades, especialmente aquellas relacionadas con la ceguera. Me encanta encontrar palabras que se usan aún ahora y cuyo origen está basado en un uso que ya no existe.
Buen blog acerca de este tema.